¡Abuelito, abuelito!
Carmen Gandía Blanque
- ¡Abuelito, abuelito!, ¡que cabeza tan mala tienes!
- Es para recordarte mejor.
El lobo se había acostado en la cama y ocupaba ahora el lugar del abuelo; se lo había robado todo: los años, las fuerzas, la memoria...y hasta las ganas de saber el nombre de la niña.
- ¿Salimos de aquí?
(El silencio respondió afirmativamente)
- Salgamos entonces.
Ella le había estado llevando juguetes porque el camino sería muy pesado para él.
Después de observarla como a una extraña, dijo el lobo:
- ¿Qué?
- Nada, abuelo, nada.
Y el abuelo volvió de nuevo. Se fijó en los juguetes y sólo quiso uno: dos alitas de plomo que enseguida se puso.
Dio un salto como pudo y las alitas tiraron de él hacia arriba, hacia arriba, hacia arriba...Hasta que estuvo tan lejos que ella sólo pudo verle la sonrisa.
- GANDÍA BLANQUE, Carmen: Iaio, iaio! / ¡Abuelito, abuelito! / Grandpa, granpa!), en Devenir, Espai d’Art A. Lambert, Xàbia (Alicante), 1996. D.L.: A-675-1996. (Catálogo)